miércoles, 17 de octubre de 2007

Hace dos meses que no nos vemos

Vergüenza me da entrar en el blog y ver que mi última actualización es ¡de hace dos meses! Y por si no fuera poco, no puedo dejar de admitir que mi intención era contar día por día y a través de fotos las 20 jornadas que pasé en Japón, ¡¡¡y me cansé con la primera!!!

No voy a recuperar trabajos que no hice en su día. Correré un tupido velo y ala, a otra cosa mariposa. Aunque para ser sinceros el comienzo de mi nueva vida se remonta al mismísimo instante en que encendí mi móvil al llegar de Japón. Tiene un mensaje nuevo. "Ratón, llámame, que tengo trabajo para ti". Tres días mas tarde me incorporaba a mi nuevo puesto. Y dos meses más tarde aquí sigo. ¿Sólo dos meses? Bueno, dos meses y unos cuantos cientos de kilómetros en autobús, muchos minutos grabados, horas de trabajos en turnos de mañana, tarde y noche, y algún que otro día festivo trabajado.

Por desgracia, después de tantos esfuerzos invertidos, el fin se intuye cerca, porque al parecer lo que nosotros consideramos un buen trabajo dadas las circunstancias a nuestro cliente, la cadena, no acaba de gustarle. En fin. Creo que no comemos turrón. Es más, me atrevería a decir que en un mes estoy en la cola del paro.

En estos dos meses han pasado otras muchas cosas. Si es que creo que he contado mal, y son más de dos meses los que han pasado desde entonces... en estos dos meses he visto en directo a un grupo mítico, The Police, en un viaje relámpago y bastante divertido que hice con miquique. Súper concierto, súper directo, súper viejunos que están todos pero lo bien que nos lo hicieron pasar, hitazo tras hitazo, que hasta yo, inculta de mí, me sabía todas las canciones. Lo vimos casi desde primera fila, por delante de la segunda barrera de seguridad, sin empujones ni apreturas. Todo un lujo.

En estos dos meses también han bautizado a minisobri. Minisobri está irreconocible, tiene unos mofletes que te hacen olvidar lo pequeña que era cuando nació y unas pantorrillas para mordisquearlas sin parar. También tiene dos dientes pequeños que asoman cuando sonríe, y sonríe mucho. Más que sonreír, se carcajea, se ríe sin parar con todo lo que le dices, especialmente si contiene la letra "i". Es tan simpática que se te olvida lo puñetera y mimosa que es. O la meten en cintura o va a hacer lo que quiera de sus padres. Y tiene solo siete meses.



No hay comentarios: