viernes, 23 de marzo de 2007

Mini-sobri y otros trajines

Han sido dos semanas de locura. Primero, tour académico-infantil por el norte de la península con mi trabajo. Tres coches y doce personas de turismo gastronómico cuando no estábamos trabajando. Cinco días fuera de casa que se me han hecho eternos -ya estoy mayor para estos viajes tan largos- y que casi me provocan una indigestión de las gordas. El viernes, además, tuve que salir corriendo a mediodía para coger un autobús que me llevara a casa de mis padres y llegar así a tiempo a la boda de O&A. Fue más de hora y media de viaje horrible por los pueblos de Navarra pero mereció la pena. Emocionante la boda, y divertida la fiestilla que se montaron en casa. Pero eso no fue todo. Tras un sábado en casa con Piñon incubando una gripe llegó un domingo de nervios con el accidentado nacimiento de mi mini-sobri. Tras ingreso de urgencia el sábado y traslado a capital de provincias en ambulancia el domingo, al final todo terminó a al borde de la medianoche con una cesárea de urgencia que tuvo a todo el mundo el vilo. La pobrecita niña pasó del vientre de su madre directamente a la incubadora. A mi hermano se le debió cambiar la cara al ver pasar a su primera hija como una exhalación metida en una urnita de cristal y con un tubo en la garganta (yo me pregunto, ¿cómo debe ser intubar a un prematuro?). Hoy, cinco días más tarde, parece que todo va bien, la madre recuperándose de la intervención y la niña dando guerra en la sala de neonatos. Dide mi madre que es rubita y tiene los ojos azules. Los caprichos de la genética. A ver si va a sacar los rasgos de nuestra bisabuela, la famosa abuela Margarita, mujer recta como ninguna. Mañana voy a conocerla.

Mientras tanto, a C. su médico le ha dado la baja y la obliga a estar en casa reposando al ver que tiene serias posibilidades de un parto prematuro y poco aconsejable. Después de todo lo que ha pasado, le he pedido por favor que se lo tome muy en serio. A cambio, me ha tocado pringar un montón esta semana en la oficina. Y lo que me queda. Hoy R. me ha reñido un poco, y me ha exigido delegar. Que cada cual se responsabilice de lo que le toca, me ha dicho, y si las cosas no salen bien habrá que ver por culpa de quién ha sido. Tú no puedes hacerlo todo. Tiene razón. a ver como acaba esto.

Por cierto que está siendo un comienzo de primavera lleno de bebés. Mañana veré por primera vez a mini-sobri y pasado hay cena chez danielito. Nos han dicho que vayamos pronto si queremos verle despierto. A mini-sobri no podremos verle mucho porque aún está en la incubadora. Debe de ser un ratoncillo. Algo habrá sacado de su tía...

No hay comentarios: