lunes, 11 de octubre de 2010

Se avecina época de cambios

Mi pequeño roedor no tiene puente y hoy ha ido a la guardería como un campeón. Esta noche ha dormido muy bien, y sólo se ha despertado una vez para comer. Añoro el tiempo en que creíamos que ya iba a dormir toda la noche seguida para siempre. Coincidiendo con los cinco meses, el arranque de la guarde y mi primer intento de volver a trabajar empezó a despertarse varias veces por las noches. Entonces lo achaqué a las novedades en su vida, luego a un bache de crecimiento, también pensé que sería una etapa y se le pasaría, luego estuvo malito y decidí que si seguía durmiendo mal era por eso... el caso es que no ha vuelto a ser el mismo.

¿Lograremos algún día dormir más de cuatro horas seguidas? Aún me debato entre esperar a que se regule él solito o empezar algún método de esos que proliferan. Leo webs, blogs, foros, libros y revistas y sigo igual de perdida o más. A veces la sobreinformación es el mayor problema. Quizá debería guiarme por mi instinto. Pero mi carácter inseguro hace que ese instinto no acabe de despertar, sigue medio dormido, no termino de fiarme de mí misma, de despertar del todo como madre, a veces pienso que todo esto es pasajero y que volveré a ser la que era, sin llegar a asumir que ya es hora de tomar decisiones importantes, que esto es para siempre, y que va a ser así a partir de ahora.

Hoy, después del cole, toca revisión de los seis meses. Revisión y vacunas (pobrecito). Y sobre todo toca una interesante charla sobre alimentación. Creo que ha llegado el momento de que mi pequeñito empiece a comer más cosas. El lo pide, yo también. La duda es: ¿es también el momento de dejar el pecho? Me debato entre dos realidades: la cruda realidad que me dice que mientras le siga dando el pecho tendré más dificultades para reintegrarme de nuevo en la vida laboral; y la que me dice que intente mantener ese precioso y saludable vínculo un poquito más.

Es un hecho. Si quiero trabajar necesito no ser la única persona que puede alimentar a mi niño. Cuando hace un mes tuve la oportunidad de volver a trabajar el ratón tuvo que entrar abruptamente por el aro de la lactancia mixta. La ecuación era sencilla: yo no estoy, por mucho que lo intento no logro sacarme leche suficiente, luego el niño tendrá que tomar leche de fórmula. Sin embargo esta decisión me supuso un drama personal. Al final todo salió (medio) bien: Yo fui a trabajar, el enano en mi ausencia era alimentado por otra persona con leche artificial que tomaba con bastante desgana (el biberón no le acaba de gustar) y cuando le recogía se resarcía mamando mucho más de lo normal. También aproveché para introducirle las frutas, que se zampaba eso sí como un campeón.

Luego ocurrió lo que tenía que ocurrir. El chollotrabajo de ocho horas acabó y se me propuso la posibilidad de uno a jornada partida: nueve horas si todo va bien, más si hay que apretar. Sin contar desplazamientos (hablamos de Madrid, échale 45 minutos de ida y otros tantos de vuelta). El ratón tenía cinco meses y medio, y malcomía en mi ausencia. Me vi incapaz de hacerle eso. No aún. Era demasiado pequeño.

Ha pasado casi un mes de aquello. El niño sigue yendo a la guarde pero menos horas (no me puedo permitir sacarle y perder la plaza; además, el día en que vuelva a trabajar será de un día para otro. Así funcionan las cosas en mi mundo: "¿te interesa? Empiezas mañana"). Sigue malcomiendo en mi ausencia y compensando cuando estamos juntos. Su cuidadora en la guarde se despespera cada vez que le da el biberón, y está deseando que le empiece a dar verduras. Yo por mi parte noto que el enano se interesa por la comida, y pide algo más que leche, pero estoy muy perdida en el trayecto hacia la nueva alimentación. ¿Cómo introducirla, qué tomas se sustituyen, tengo que seguir dando pecho además de las papillas, cuántas veces, qué cantidades? Y sobre todo, ¿en qué medida debería ir dejando de darle pecho y sustituirlo por biberones de cara a mi incorporación al mercado laboral? ¿Es el momento de abandonar la lactancia? ¿mantengo alguna toma? ¿cuál? ¿dejaré de producir leche si hago esto? ¿cómo saber que sigo alimentándole bien si produzco menos? ¿cómo saber que hago bien en general, que no me estoy equivocando, que hago lo correcto, que es lo mejor para mi hijo, que no sólo es lo mejor para mí, que es lo mejor para los dos?

No hay comentarios: