jueves, 25 de junio de 2009

Finde de playa y algo más

Empecé el colegio con tres años. No recuerdo mucho de esa época, sólo que trabajábamos con punzones en siluetas de animales y objetos (lo odiaba) y que echábamos siestas enormes. Los listos y rápidos las echaban en unas camitas muy monas. Los menos listos teníamos que hacerlo en tumbonas de playa, porque no había camas para todos. Sólo recuerdo haber dormido en camita una vez.

Seguí en ese colegio durante parvulitos y EGB. Cuando llegué a 5º, casi toda la clase llevábamos juntos desde pequeños. El último día del curso fui acompañada de mis padres a por las notas y las tareas para el verano, y esas cosas. Al salir del colegio, me enteré de que no iba a volver el año que viene. La verdad es que mis padres se lo montaron muy mal. Deberían haber hablado conmigo de lo del cambio de colegio antes.

Empecé 6º de EGB en un cole donde mis compañeros llevaban juntos desde parvulitos, como yo en el otro colegio con mis ex compis. Me costó algo adaptarme, pero pronto me integré en un grupo. A lo largo de los años que pasé en ese centro, nada menos que siete, llegué a hacerme con un grupo de buenas amigas y algunas realmente íntimas. Juntas vivimos toda la preadolescencia y la adolescencia, aprendimos muchas cosas, nos iniciamos en otras, nos quisimos, nos enfadamos, nos reconciliamos, y con algunas de ellas nos separamos para siempre. Luego empezamos la universidad, hicimos un poco nuestra vida, y en algunos casos abandonamos nuestra ciudad de origen. Algunas regresaron, otras no.

Han pasado más de 20 años desde aquel final de curso que en cierto modo cambió lo que hubiera sido mi vida. Ese grupo de gente a la que conocí en un aula se ha convertido en unas cuantas buenas amigas a las que veo menos de cinco veces al año, pero a las que aprecio de veras. Este fin de semana lo pasaré con algunas de ellas. Playa, confidencias, risas, recuerdos, marujeo y lo que haga falta. Para mí que estoy de extrañas vacaciones va a ser un soplo de aire fresco, y el momento de pasar un poco de tiempo con ellas (soy la única que sigue viviendo fuera de nuestra ciudad de origen). Llegar al punto de encuentro va a suponer un periplo para mí, ellas van juntas desde casa, pero será divertido, y lo hago con todo el cariño.

Nos vemos a la vuelta.

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