lunes, 11 de junio de 2007

Faltan 36 días

... para volar a Japón. Pero para mis ansiados días de vacaciones y preparativos del viaje, no queda nada, o queda mucho, me queda todo. Vamos, que se acabó, no va a ocurrir nunca. Mañana empiezo en mi nuevo curro. Me esperan días y días de trabajar sin descansar, concretamente 35... un día menos que los que restan para el viaje. O unas horas, porque el 16 es el último programa, y sospecho que acabará de madrugada... a pocas horas de embarcar... Ya me puedo planificar bien. No voy a tener tiempo de preparar más este viaje, no voy a poder leer casi nada más, ni buscar alojamiento ni leer guías, ni hacer nada de nada. Me quedan 35 días de horror, según todo el mundo, al precio de 2200 euros al mes. El día 17 voy a subir a ese avión y voy a dormir durante las 16 horas que dure el vuelo. Luego espero haber dejado atrás todo tipo de estrés, nervios, cansancio y trabajo y lanzarme al mundo nipón de cabeza.

Dicho lo cual... bueno. Creo que me he ido lo más dignamente posible de mi trabajo. Me he despedido con cariño de todo el mundo, de corazón, en serio. Lo he hecho lo mejor posible, he dejado todo más o menos terminado, y creo que he dejado buen sabor de boca. En mi último día de curro he estado allí 14 horas, nada menos. No quiero medir mi esfuerzo en minutos, pero sí que quiero dejar claro que he intentado que todo esto del nuevo curro suene a todo menos a espantada. Que suene a lo que es. A que todos necesitamos trabajar, que las cosas son así, y que a mí esos euros me dan la vida, me permiten irme de viaje con el colchón de ese dinerillo para cuando regrese.

Voy a prepararme un calendario. Necesito visualizar mis próximas semanas.

No hay comentarios: