jueves, 7 de junio de 2007

Faltan 41 días

Para volar a Japón. Sin embargo, el resto de mi cuenta atrás pende de un hilo. Estos 41 días pueden resultar tan diferentes a como los había imaginado... igual me quedo sin Alicante, sin conocer a Celia, sin ver en directo a los Grey Souls en su reunión triunfal tras una década de ausencia, sin txupinzao, sin almuerzo, sin semana en la playa descansando, sin fines de semana con P... sin fines de semana en general. No sé. Y todo por dinero. Una buena cantidad de dinero, eso sí, pero dinero al fin y al cabo. Dinero a cambio de todo eso. ¿Compensa? ¿Puede alguien darme una respuesta?

Es curioso, cuando me han ofrecido renunciar a todo esto a cambio de dinero he pensado que era menos tiempo, me he autoconvencido de que sólo era un mes. Y ahora que los he contado bien, resulta que son casi 40 días. 37 días serán si todo empieza el lunes. 36 en realidad, puesto que todo terminaría el día 16, horas antes de coger el vuelo. No lo veo claro. Creo que puedo equivocarme de lleno. Tengo que calcular mis pasos. Parece una canción de Astrud...

Por otro lado mi día a día es bastante lamentable. Cada vez tengo menos ganas de levantarme por la mañana, de ir a trabajar, de salir deprimida, de creer que no avanzo, de intentar hacer las cosas bien y agarrotarme por completo, de creerme peor de lo que soy. Para colmo hace calor y yo estoy acatarrada, la gente va por la calle en tirantes y yo me abrigo con chaquetas y cazadoras, no abandono los vaqueros ni he estrenado las sandalias, es como si el verano que ya ha llegado no fuera conmigo. Y encima la lista de cosas que tengo que hacer sigue creciendo, y todas esas cosas cuestan dinero. A saber:

1.-Llevar el coche al taller. Hoy me han subido de golpe y porrazo el presupuesto 200 euros.
2.-Pagar el impuesto de circulación. Este coche es como un hijo tonto.
3.-Cortarme el flequillo, ¿Alguien me lo haría gratis?
4.-Teñirme las canas.
5.-Depilarme las piernas.
6.-Cerrar una cuenta que tengo hace años en Caja Madrid y que está en números rojos.
7.-Pagar a hacienda. Mierda, qué palo me han pegado este año.
8.-Mover el tema de la subvención para las obras de rehabilitación de la casa. Esto en realidad hará que me den dinero, pero me recuerda que la obra, aún con subvención, nos va a salir por un pico.
9.-Ir al dentista. Creo que lo voy a dejar para septiembre.
10.- Comprarme ropa interior. Menos mal que eso es un regalo que gentilmente se ha ofrecido mi madre a hacerme por mi cumpleaños. Pero lo tengo que adelantar yo...

Estas son sólo 10 de las razones por las que creo que voy a aceptar ese trabajo. Si es que aún estoy a tiempo.

1 comentario:

Felix Felicis dijo...

Ay, yo también tengo una cuenta olvidada en Caja Madrid que cada mes me quita un eurito desde hace unos años. Y nada, que no la cierro. Miedo me da. La oficina está en Pío XII (¿te suena? jaja) y a lo largo de estos años ya he ido dos tardes a cerrarla, creyendo que estaría la ofi abierta, pero nada!! ¿Tú la cerraste ya?